Proyectos

Las metas que puedan establecerse a lo largo de la vida suelen estar asociadas a la satisfacción de necesidades, siendo el propósito base para ejercer acciones encaminadas a estas metas. El proceso motivacional está dado por la acción consciente y auto dirigida, donde se tiene en cuenta el compromiso para alcanzar una meta determinada, destacando su carácter auto establecido. En sí mismo, el compromiso es lo que fomenta el desempeño adecuado. Sin embargo, no sólo son las necesidades lo que define una meta o varias metas en la vida, sino que también lo son los valores personales en determinados contextos, pudiendo ser valores para dimensiones como el trabajo, el ocio, las relaciones interpersonales, los proyectos personales, entre otros.

La motivación como factor que da inicio a una meta está definida desde cuatro procesos ligados a la emoción, la dirección, la intensidad y la persistencia de las acciones que se realizan para este propósito. Cabe destacar que la motivación es personal e individual, puesto que cada persona es diferente y única. No todo nos emociona de la misma manera que a otras personas ni tampoco actuamos de la misma manera en que otras personas dirigen su comportamiento, de modo que el compromiso es definido por cada persona y dependerá de cada una qué tan valioso sea ese compromiso, para así reforzar la intensidad en conjunto con la persistencia.

El establecimiento de metas provoca evitar distracciones que no nos ayudan a centrarnos en lo que es esencial para nuestras vidas. Nos ayuda a dirigir nuestro comportamiento y el esfuerzo que dedicamos para alcanzarla.

No obstante, antes de plantear una meta se debe tener en cuenta las aspiraciones en contraste con las acciones realistas que se puedan realizar para lograr el propósito deseado. Las expectativas son vitales para valorar las pautas de acción. La constitución de elementos como valores, expectativas y el propósito definen una meta realista. Por supuesto, con el transcurso de la vida es posible reevaluar las metas que se han definido a largo o mediano plazo.

Conceptos que son claves al momento de valorar las capacidades individuales y fortalezas guardan relación con el desarrollo de la autoestima y el autoconocimiento, siendo la autoestima una actitud que provee de mayor seguridad, sentando las bases del autocuidado en torno al crecimiento personal. Tanto la autoestima como el autoconocimiento funcionan como estrategias para el conocimiento propio y la superación de dificultades para transformarlas en oportunidades.

Poseer una alta autoestima confiere al individuo de cualidades como:

  1. Valorar los éxitos personales.
  2. Mayor tolerancia a la frustración.
  3. Capacidad para asumir responsabilidades.
  4. Tomar iniciativa.

Para sentirse capaz de conseguir los objetivos deseados, se considera el autorreconocimiento al poder reconocer nuestra propia realidad y las posibilidades que ésta nos ofrece. Tener consciencia de nuestras fortalezas y capacidades para proyectar una meta implica actuar en favor de nuestras propias herramientas.

Un factor interesante en la constitución de proyectos personales es el autoconcepto. Este hace alusión al sentido de la identidad personal, puesto que establece un marco de referencia para interpretar la realidad tanto interna como externa, a través de las diversas experiencias. El autoconcepto condiciona las determina las expectativas, la motivación y favorece el equilibrio psíquico.

En conclusión, para valorar los proyectos que deseamos realizar a lo largo de nuestras vidas, tenemos que conocer los aspectos personales que puedan ser de utilidad para lograr las metas deseadas. Asimismo, una autoestima alta puede proveernos de diversas cualidades para afrontar incluso nuestros miedos que no permiten formar un compromiso con lo que realmente deseamos lograr. La valoración propia se convierte en un factor de gran relevancia para saber qué es lo que estamos dispuestos a hacer y cómo va a influir en la motivación.

Autor(a): Psic. Nicole Moreno – Saluta Centro de Salud Digital

Referencias

García-Yepes, K. (2017). Construcción de Proyectos de Vida Alternativos (PVA) en Urabá, Colombia: papel del sistema educativo en contextos vulnerables. Estudios Pedagógicos, XLIII (3), 153-173.

Molina, H. (2000). Establecimiento de metas, comportamiento y desempeño. Estudios gerenciales, 16(75), 23-33.https://www.redalyc.org/pdf/212/21207502.pdf

Roa García, A. (2013). La educación emocional, el autoconcepto, la autoestima y su importancia en la infancia. Edetania, (44), 241-257.

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